miércoles, 14 de febrero de 2007

¿Día de la Amistad?

Llegue a casa hace poco menos de dos horas, después de un día poco agitado (clases de inglés, trabajo y una reunión tranquila con un poco de vino), encendí la televisión y me di con la sorpresa al captar el final de una película que vi en el cine el mismo día de su estreno, exactamente 10 años atrás. Ese día había salido con un grupo de amigos a celebrar el "día de la amistad", varios recuerdos y algunas reflexiones vinieron a mi mente en ese instante, sobre todo aquellas que se enlazan con el tiempo, es decir, me dí cuenta que ha pasado una década entera y felizmente puedo decir que aún frecuento y cuento con varios amigos con los que fui a cine aquella noche. Me di cuenta que tal vez no soy el mismo de antes, que tal vez la amistad tampoco sea es la misma de antes (en algunos casos se ha fortalecido y en otros se ha diatanciado), sin embargo, aún está ahí.

Por lo tanto, creo que este día no debería ser un pretexto para mandar mensajes de texto en manada diciendo ¡Feliz día de la amistad!, sino debería servirnos para reflexionar o preguntarnos ¿por que no lo hacemos más seguido? ¿por que justo ese día? . Bueno esta reflexión es lo único positivo que le encuentro a esta fecha, porque lo demás es parte de un puro negocio que la verdad me es poco atractivo.

lunes, 12 de febrero de 2007

¿Qúe podría ser?....


Sólo puedo decir que casi todo tiende a cambiar, cuando se mira desde un ángulo alternativo.

sábado, 3 de febrero de 2007

Una forma de recordar

Hoy mientras regresaba de un aburrido día hacia casa, voltié a ver uno de mis pasos y reconocí una huella clavada en el cemento de la vereda, en un instante calculé aproximadamente la edad de esa huella que bordeaba los 12 años; era nada menos que la huella de una Norway, la cual era una marca peruana (creo) de zapatos que llegó a ser muy popular en el uso diario de los escolares entre 1995 y 1999, a pesar de este supuesto éxito la marca desapareció del mapa. El día que compré estos zapatos, y muchos momentos de mi adolecencia (que no los recuerdo necesariamente por que vestía aquellos zapatos) vinieron a mi mente mientras me alejaba del aquel pedazo de vereda.

El motivo de este comentario es, tal vez, sentir como un simple instante o una simple huella pueden traer muchos recuerdos directamente hacia tu cabeza, entonces pueda que sea cierto que es casi imposible olvidar algo, lo dificil es tratar de recordarlo, es decir, los recuerdos están ahí, levitando, esperando ser pescados por la red de la memoria, la cual a veces no tiene mucho éxito, pero cuando menos te lo esperas, un gran recuerdo se atraca en la dicha red.