lunes, 22 de enero de 2007

¿Te animarías a soñar?

Desde hace algunos días estuve pensando qué tan reales son los sueños para una persona, en su momento pueden lograr envolver a los soñadores en un mar de situaciones, conversaciones y sensaciones.
Este pensamiento no es nada nuevo (sino pregúntenle a Descartes), pero lo que sí me llamó la atención después de algunas noches oníricas (las cuales las recuerdo perfectamente) fue el hecho de conversar con múltiples personas que sí conosco (aunque en algunos casos extraños no), pero evidentemente no son ellas mismas, entonces de ¿dónde provienen todos esos diálogos? Es posible que simplemente sea yo mismo creando una conversación monótoma bajo los rostros y a las personalidades de otras personas, basándome en recuerdos y vivencias.
No siempre estas conversaciones son totalmente confortantes, por lo tanto, no necesariamente son emulaciones de lo que me gusataría escuchar de tal o cual persona, entonces ¿qué mensaje me trato de dar a si mismo? probablemente es una manera de llenar el vación del arrepentiemiento o, de crear una realidad paralela, en la cual aún estás a tiempo de hacer o decir algunas cosas.
Pienso que debería llegar a la siguiente conclusíon: algunos sueños pueden ser una señal que nos trata de decir que debemos vivir el presente al máximo y no pensar en el pasado ni en el futuro, sino en este preciso instante, puesto que la única manera de volver al pasado es a través de los sueños.
Por lo tanto, es realmente complicado comprender si nosotros mismo controlamos nuestros sueños. ¿o no?

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