lunes, 26 de enero de 2009

Día de esquí

Viernes 11 y pico de la noche, fiesta en el club Fantoft, Nina (una amiga española) me dice si me apetecía ir a esquiar a Voss (pueblo que está a casi 2 horas de Bergen en tren), y sin pensarlo dos veces le dije que sí.
Al día siguiente la falta de sueño fue compensada por los ánimos de volver a esquiar después de tres años.

A pesar de lo nublado que estuvo el día las condiciones para esquiar estuvieron rebuenas, no tuve muchas caidas, sólo algunas de poca gravedad por dármelas de intrépido.
Terminamos el día molidos por el cansancio pero con inevitables sonrisas de felicidad, la pasamos super bien... al día siguiente mi cuerpo pagó el precio de un alto desgaste físico.
Como escribí hace un instante la última vez que esquié fue hace 3 años en Vermont día en que tuve un accidente y estuve cerca de romperme el ligamento interno de la rodilla izquierda. Eso me costó un año sin poder hacer ningún deporte, cosa que me mortificó mucho.
Pero el sábado me olvidé de ese accidente y de todas sus consecuencias... simplemente disfruté de la nieve.

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