sábado, 20 de diciembre de 2008

Diciembre: Mes de sorpresas y viajes

Ya van 21 días de este colorido mes, y para serles sincero no puedo empezar de la mejor manera pues resultó que un viernes por la noche de la primera semana, Nina (una amiga española), nos dice a Pablo y a mí si queremos ir a Oslo, pues tenía dos espacios libres en un auto rentado que debía devolver en Gotemborg. Nosotros nos miramos y accedimos en el acto.
Al día siguiente antes de que salga el sol ya estábamos rumbo a Oslo, por fin un viaje!! Al pasar el segundo túnel nos dimos cuenta que era lo más lejos que habíamos de Bergen en estos 4 meses.
Yo estaba muy emocionado, de acuerdo íbamos subiendo en altitud el paisaje fue cambiando de altos acantilados que terminaban en anchos fiordos a una explanada cubierta totalmente de nieve y en donde el horizonte se perdía en un infinito color blanco, íbamos muy lento sin sobrepasar los 40 Km/h Nina (nuestra conductora durante este trayecto) era la palabra concentración al volante, no se distraía por nada, pero si dijo algo muy acertado: “si me dicen que estoy en la Antártida yo me lo creo”.


Sin ningún inconveniente llegamos a Oslo, la capital. Es más grande y tiene más aire a ciudad, aunque no tiene el encanto de Bergen, me gustó mucho porque sentía que esta ciudad no quería descansar, con decir que el domingo por la noche habían algunos bares abiertos. La ciudad cuenta con Metro y tranvía, lo cual hacen que la movilización de sus 800 mil habitantes (aprox.) sea muy efectiva.

La verdad la pasamos súper bien, Armando un gran amigo de Nuevo México, nos acogió en su morada y fue más que un gran anfitrión. Salimos todas las noches y le dimos el último adiós a Ivo, quien ahora debe estar disfrutando del calor y el sol de Guatemala.
Después de tan relajante viaje tuve que volver a poner mis ojos en los estudios y preparar el primer avance de mi tesis, después de pocas horas de sueño lo logré entregar, días después hice mi presentación y sin darme cuenta ya estaba de vacaciones, todo un semestre había pasado a más de 60 grados latitud norte. Desde ese día solo veía como los estudiantes y entre ellos mis amigos retornaban a sus hogares para pasar las fiestas, Fantoft pasó de ser un mundo en continuo movimiento a un pueblo fantasma; pasadizos vacíos y ventanas apagadas, en pocas horas yo también dejaré Fantoft rumbo a Vinje (pueblo entre Bergen y Oslo) lugar en donde pasaré navidad gracias a Signe quien me acogerá en su hogar. Probablemente el próximo post será a mi vuelta o sea después de navidad, así que aprovecho en desearles una Feliz Navidad a Todos!!!
Pásenla en familia disfrutando del que esté cerca, extrañando al que está lejos y recordando al que nunca volverá. Recuerden, la navidad no sólo es una fecha para adornar nuestras casas, comer rico y dar y recibir regalos materiales sino también un momento para darse cuenta que el mejor regalo es el que siempre ha estado ahí, el que no pudimos, no podemos y ni podríamos comprar: la presencia de los que más quieres.

Un fuerte abrazo y God Jul!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

De veras que sí parece. Cuánta nieeeveee... cuáaantaaaa fruuuuttaaaa... Il vero invierno (¿así se dirá?) noruego... jejeje. Pues Feliz Navidad para ti también desde estos lares Imb. Un abrazo.